¿QUÉ ES EL MINDFULNESS?
La técnica de Mindfulness trabaja la reducción del estrés, basada en la atención y conciencia plena. Es una de las terapias más practicadas en la actualidad con resultados espectaculares y avalada por Harward. Se viene practicando desde hace más de 2.500 años en la filosofía budista. El Dr. Jon Kabat-Zinn (profesor de medicina especializado en biología molecular) es el fundador y director de la Clínica de la Reducción del Estrés de la Universidad de Massachussets, fusionó el Mindfulness con la medicina occidental, para sus pacientes que necesitaban eliminar el estrés y la ansiedad. A esta técnica la llamó REBAP —reducción del estrés basada en la atención plena— con estudios sobre muestras de población con diferentes niveles de estrés.
La teoría es que la práctica diaria de este método, cambia la estructura celular de nuestro cerebro, restableciendo la conexión entre los dos hemisferios del cerebro y equilibrándonos.
¿QUÉ BENEFICIOS NOS APORTA PRACTICAR MINDFULNESS?
- Mejora la atención y concentración
- el rendimiento personal y profesional
- la convivencia con otras persona generando empatía
- la inteligencia emocional y social
- Mejora el auto-control de las emociones, de los pensamientos y nuestra forma de actuar
Si practicas Mindfulness conseguirás:
- ser conscientes de lo que te rodea,
- eliminar el estrés,
- perder el miedo y la ansiedad,
- subir las defensas,
- deshacerte del miedo a perder el control sobre tu vida,
- sincroniza cuerpo y mente,
- modificar la estructura celular y neurológica del cerebro.
La gran mayoría de las personas hoy en día comen frenéticamente, sin masticar y son presas de la prisa y de la enfermedad llamada “falta de tiempo”. Lo que ocasiona literalmente “tragar la comida” sin ser verdaderamente conscientes de lo que se llevan a su boca.
La práctica de Mindfulness se ha aplicado también a la ALIMENTACIÓN porque, además de comer alimentos nutritivos, es importante ser consciente de la forma en la que comemos, a fin de disfrutar los alimentos y establecer una conexión armónica con la comida y evitar las consecuencias de los excesos (sobrepeso, obesidad, enfermedades).
Comer conscientemente implica dar pequeños bocados o sorbos y apreciar el despliegue de sabores, la consistencia del alimento, la humedad, la textura, etc, hasta convertir ésta práctica en una experiencia de calma y bienestar.